La Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, del siglo XVI y edificada en el solar que ocupaba la antigua iglesia, destaca por su porte sobre la trama urbana de Acebo.
Aunque parece homogénea, en su fábrica podemos ver las distintas fases en las que se ejecutó, iniciada a principios del XVI y finalizada, con la imagen que tiene hoy día, a principio del XVIII. Casi 200 años de esfuerzo y trabajo hacen que Acebo pueda presumir de tener una de las mejores Iglesias de la Provincia, y así se le reconoce con su declaración de Bien de Interés Cultural.
En el exterior de la Iglesia se distingue la nave rectangular y el cabecero más estrecho. A los pies, al lado del evangelio, se sitúa la esbelta Torre Campanario rematada en cúpula. La Sacristía se sitúa junto al cabecero en el lado de la epístola.
Las entradas laterales de la nave son góticas con su arco levemente apuntado. Sencilla la del lado del evangelio, tapiada desde antiguo, con un alfil que la recoge roto por una hornacina. La de la epístola profÚsamente decorada recogida entre columnas con su entablamento y cornisa, rematada por una hornacina.
La portada de los pies, de porte monumental y con influencias ya del renacimiento, se divide en dos cuerpos horizontalmente separados por un entablamento y una cornisa, abriéndose la puerta bajo un arco de medio punto. El conjunto se remata en forma de falso frontón triangular donde se ubica una hornacina y que se encuentra roto por un gran óculo.
El interior de la iglesia sobrecoge y abruma sorprendiendo por su amplitud y luminosidad. La nave se divide en dos tramos separados por un arco diafragma levemente apuntado. En el tramo de los pies se sitúa el coro, sostenido por una bóveda plana de crucería y abierto a la nave por un gran arco carpanel. Desde el sotocoro se accede a la capilla bautismal, situada bajo la torre y la espectacular escalera que da acceso al cuerpo de campanas.
Se disponen en la nave la gran pila bautismal de 1570, que sustituyó a una más pequeña situada actualmente en el presbiterio, y la tribuna que sostenía el antiguo órgano del que sólo se conservan restos de su estructura de madera en algunos muebles del presbiterio.
A la capilla mayor, de menor anchura y planta casi cuadrada, se accede a través de un arco triunfal ligeramente apuntado y bellamente decorado. En el lado del Evangelio se sitúa un magnifico púlpito gótico labrado en piedra y cubierto con un tornavoz barroco de madera. El acceso a la sacristía es alquitrabado, y en el interior de la misma destaca la cúpula de media naranja sobre pechinas que la cubre y el frontal decorado con un mural de azulejos de Talavera del XVI.
En el diseño de las bóvedas se observan las distintas fases constructivas del templo. En la capilla mayor, la más antigua, la bóveda de cruceria cuenta únicamente con terceletes, mientras que las dos de la nave poseen terceletes y combados, siendo estos últimos curvados en la zona de los pies.
La iglesia de Acebo posee un notable patrimonio “mueble” proveniente en parte de las ermitas y conventos ya desaparecidos. Destaca el retablo Mayor fechado en 1634 y realizado en madera dorada que se distribuye en dos cuerpos de tres calle: en la calle central destacan la gran custodia-manifestador y sobre ella, en el segundo cuerpo, una imagen de la Virgen. En el ático tenemos a Jesús Crucificado. Se conserva por encima del retablo del conjunto original una bella pintura de Dios padre.
Cuenta con otros retablos de interés como los dos de la embocadura de la nave del XVIII, otros dos en la nave enfrentados entre sí, coetáneos del Retablo Mayor y en el sotocoro se ubica otro del barroco.