Acebo, ubicado en la parte central de Sierra de Gata, es la localidad que se esconde en un valle a los pies de Jálama, al cobijo de altas montañas y abierto hacia el sureste por donde discurre la Rivera de Acebo. Son estas condiciones geográficas las que imprimen al municipio un carácter singular, sinónimo de espacio natural, de agua, naranjos, vides, olivos, de ganado y antiguas minas, pero también de Patrimonio Arquitectónico y Etnográfico.
Estas tierras estuvieron habitadas desde antiguo, siendo testigos las dos “cabezas cortadas” de piedra originarias de la época de los Vetones. Aun así, como en toda Sierra de Gata, su historia escrita comienza con la pertenencia definitiva al Reino de León allá por el 1212. En sus orígenes estuvo bajo la Orden de Alcántara para posteriormente formar parte del Señorío de la Casa de Alba con sede en Coria.
El caserío original, orientado al medio día, se asienta en una ladera por la que asciende el camino del puerto junto al arroyo Lágina, al que abraza en su discurrir. Dos Acebos conviven en la trama urbana: el de las largas calles con grandes viviendas y casas solariegas con bellas heráldicas en sus fachadas y los barrios de la Torrita y del Cristo.
La Torrita, ubicada en las traseras de la Iglesia, fue originariamente “la judería” de Acebo. Su caótica e intrincada red de callejuelas se asienta sobre una gran “canchalera” acentuando aún más su singularidad. Al norte, el barrio del Cristo es el otro Acebo, el que se desarrolló a la sombra del florecimiento minero en la primera mitad del siglo XX.
Aunque parezca que el casco urbano ha sufrido una gran modernización, Acebo sorprende al viajero curioso que decide disfrutar de un paseo por sus calles, descansando y aliviando su sed en sus magnificas fuentes. Esta villa es para descubrirla, contemplar los bellos ejemplos de su Arquitectura Tradicional en calles y plazoletas, donde multitud de detalles en piedra, madera o hierro son testigos de la historia de este municipio y de sus gentes.
El entorno de Acebo abruma por sus altas cumbres. Las laderas están cubiertas de “monte bajo” luchando con los afloramientos graníticos y donde se encuentra una multitud de construcciones ganaderas, corrales (muchos de ellos circulares) y “chajurdones” como testigos de otros tiempos. Los estrechos valles están cubiertos por bosques de ribera, robles, alcornoques y acebos acompañando el discurrir de la rivera y arroyos. Las tierras de cultivo de vides, olivares y naranjales conviven con robles y algunos pinos para conformar un mosaico digno de plasmarse en un lienzo.
Acebo cuenta con muchos y variados elementos de interés como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del XVI y la Ermita del Santo Cordero. De su entorno destaca la Rivera de Acebo y sus Piscinas Naturales, el espacio protegido de la Cervigona y las tierras del Lágina.
Merecen especial mención los "Naranjales de Acebo", toda una singularidad en Sierra de Gata por su extensión y los “Muy Famosos” Encajes de Bolillos, una tradición conservada desde hace siglos y que l@s vecin@s luchan por mantener viva.
